LA ÚLTIMA VISITA DE BAPAK A IRLANDA…Ilaina Lennard recuerda un dramático incidente

Ilaine Lennard recuerda una “ocasión traumática”…

En el momento de la última visita de Bapak a Irlanda (eran los años setenta), Subud Belfast era pequeña y no muy fuerte, y para recargar nuestras baterías, con mucha frecuencia salíamos a visitar a nuestros amigos, los Conners.

El evento que estoy a punto de describir es mi propio recuerdo personal de lo que tuvo lugar durante la visita de Bapak a Irlanda. Esta fue una ocasión muy traumática, y gran parte de ella tiene que ver con Oriana Conner, que era una amiga nuestra muy especial. Debo recalcar que ella pudiera contarla desde otro muy diferente ángulo. Es lo que ella ahora ha hecho, y ha solicitado que mi descripción de esa época debería incluirse junto con la de ella. (El relato de Oriana de estos sucesos será publicado en la próxima edición de Subud Voice.)

En esa fecha la casa de los Conner se había convertido en el ‘centro’ no oficial de Subud en Irlanda. Como tal, adicionalmente al pequeño número de miembros de Dublín, los miembros de Belfast o Cork llegaban frecuentemente sin avisar, y eran bienvenidos sin preguntar y siempre se les daba la más generosa hospitalidad. Así que cuando se anunció que Bapak haría una visita de tres días a Dublín, todos estábamos encantados cuando ellos ofrecieron su casa como lugar para que Bapak y su comitiva se alojaran.

La madre de Oriana, Stella Campbell, había transformado la parte de abajo de la casa en su propio apartamento, y era ahí donde Oriana había decidido hospedar a Bapak e Ibu, con otros miembros de su comitiva distribuidos en las habitaciones superiores. Todo estaba pintado de nuevo y meticulosamente limpio, en preparación para su llegada.

Sin embargo, unas semanas antes, Oriana, quien para nosotros siempre tipifica la esencia misma de Irlanda y a quien todos amamos, cayó en crisis. La forma que tomó en ella fue la de que aunque parecía perfectamente normal, su anterior convicción sobre Subud desapareció súbita y completamente, dejándola con un antagonismo contra Bapak y Subud. Ella ni siquiera podía sentir el latihan.

Nadie podía hacer nada para ayudarla. Era una situación extraordinaria, ella que debía ser la anfitriona de Bapak, había perdido el sentimiento de calidez con el cual recibirlo.

Ofrecí ayudar en la casa, y vine desde Belfast con un miembro Subud que recientemente se había unido al grupo; el profesor John Blacking, un musicólogo recién llegado de Johannesburgo y que ahora estaba trabajando en la universidad de Queen.

Nunca se oyó de un tiempo así en agosto. La misma niebla afectaba aparentemente al Aeropuerto de Shannon donde el avión de Bapak debía aterrizar, y de hecho estuvo demorado varias horas. Se sintió como si entidades malévolas estuvieran por todos lados, tratando de impedir que todo saliera bien durante la visita de Bapak.

Cuando llegamos a Dublín, el estado de Oriana no había mejorado; todo el resto de nosotros solo podíamos ayudar de forma práctica, poniendo los detalles finales a su casa. Una de mis tareas, la sentí como un gran privilegio, fue darle brillo a la silla donde se sentaría Bapak a dar sus charlas. No nos preocupamos mucho por Oriana; todos creímos, ingenuamente, que por el hecho de ser Bapak quien era, cuando llegara, su estado pronto se equilibraría,

Pero no fue así. La ‘negra noche del alma’ de Oriana se mantuvo con ella durante toda la visita y continuó por muchos años. Solo de forma muy gradual recuperó algo de confianza en Subud. Creo ahora, que tuvimos que entender de esto, que ni aun Bapak podía ‘hacer’ nada, él solo podía entregar el estado de Oriana a Dios. Esto él lo demostró en varias otras formas durante esa extraordinaria visita.

Llegó Bapak

Al fin Bapak llegó. Le recuerdo subiendo las escaleras de la puerta frontal de los Conner donde estaba yo parada, y él me estrecho la mano. Me llamó la atención su aspecto ordinario.

Sea como sea, su presencia coincidió con dos inusuales experiencias que tuve durante esa visita. Ambas fueron después de haber ido a la cama, y en cada ocasión comencé a sentir que mi cabeza se expandía y expandía, hasta llegar ser enorme. No era una sensación atemorizante, pero si extraña. No sé lo que significaba.

Ora cosa curiosa que pasó después que Bapak e Ibu hubieron de irse, fue cuando entré a su cuarto para limpiarlo. La habitación aun olía a clavo de olor; eran sus cigarrillos kretek. Noté que había algunos fragmentos de pelo negro esparcidos sobre la cómoda, y pensando que serían un maravilloso suvenir, los puse en un sobre en mi bolsa de mano. Pero cuando luego los busqué, tanto el sobre como la bolsa habían desaparecido.

La historia que sigue es realmente la de Oriana, y ella pudiera desear contarla de forma diferente. Pero así es como la recuerdo…

Se había coordinado que en cada una de las dos tardes de la visita de Bapak el latihan se celebraría en un salón cercano, y los miembros Subud se reunirían allí desde toda Irlanda. Después de los latihans, Bapak dio dos charlas y luego hizo algunos tests, y fue cuando las cosas comenzaron a pasar. Mientras las mujeres estaban testando, Oriana abandonó abruptamente el salón. El test continuó pero Oriana regresó solo cuando terminó

Estábamos todas sentadas en un semicírculo, haciendo un tipo de estadio frente a Bapak, y en el medio de éste caminaba nuestra bella Oriana, en su largo y azul vestido y con su pelo recogido en una cola de caballo. Era algo muy teatral. Bapak preguntó por qué ella no quería hacer ningún test. Ella caminó lentamente y con gran dignidad hacia Bapak y entonces se arrodilló. Ella le explicó que era como si una nube negra la hubiera envuelto y le impidiera hacer el latihan. Ella lo sentía mucho, pero era como si toda su fe se hubiera desvanecido.

Bapak pareció ser indiferente, aun cuando su esposo Raymond confirmó lo que ella decía. Y entonces Bapak dijo una cosa terrible, algo que ninguno de nosotros olvidaremos jamás: él dijo que no deseaba quedarse en una casa donde no era bienvenido, que prefería alojarse en un hotel. Algunos gritaron y otros comenzaron a llorar.

Entonces llamó  a los hombres a testar, y todos los irlandeses respondieron. Entre ellos estaban mi esposo Lawrence, y Lexie Mitchel de Londonderry

Lawrence había tratado de hablar privadamente con Bapak con anticipación sobre esta sesión de test, pero su intérprete, Muhammad Usman dijo que no era posible; en su lugar ¿podía él ayudar? Lawrence le dijo que al menos dos de los irlandeses, él mismo y Lexie, no podían recibir los test. Usman dijo “No se preocupen, Bapak a veces se pasea entre los miembros durante el latihan, y si no están recibiendo adecuadamente puede que les de un golpecito en el pecho.” La suposición presuntamente era que esto los ayudaría a ser más abiertos y ser capaces de recibir.

Tanto Lawrence como Lexie habían decidido que solo responderían en el test si ellos en verdad sentían movimientos desde dentro. Si no respondían, entonces Bapak seguramente vería que algo estaba mal, y esperaban que él hiciera lo que Usman había descrito. Pero Bapak no hizo nada. Ellos se pararon frente a él tan rígidos como dos postes, y ni aun así, Bapak no hizo nada.

Entonces Bapak llamó a los ingleses a hacer los mismos tests. Esta gente aparentemente era más capaz de recibir que los miembros irlandeses. Bapak entonces comparó el recibir de ambos grupos, diciendo, hasta donde recuerdo que estaba claro de esta comparación que los miembros irlandeses debían ser más diligentes.

Los irlandeses son muy sensibles en sus relaciones con los ingleses, y ser comparados de esta forma hizo que todos los irlandeses se pusieran bravos, tanto por la aparente indiferencia de Bapak con su amada Oriana, como también por la forma como había sido con sus propias insuficiencias. Todo fue extremadamente inquietante.

¿Por qué se comportó así Bapak?

A veces aun me pregunto, ¿por qué actuó Bapak de esta manera? De forma más bien ingenua, yo había asumido que Bapak siempre lo hacía todo bien, siempre debe haber una razón espiritual para lo que hizo, aun si no la entendemos, pero desde ese momento ‘crecí’ un poco en la forma de ver a Bapak. Para mí, después de ese incidente él aun era extraordinario, un ser humano profundamente adorable, pero no obstante también era un hombre que podía cometer errores, como él mismo insistía.

Cualquier cosa que hayamos sentido en ese momento, finalmente las heridas se sanaron. Quizás, pensamos, él estaba cansado, ‘fuera de forma’, actuando humanamente, como cualquier otro. Pero a un nivel más profundo, había cosas sobre las cuales aun especulo. Por ejemplo, hubo esa malévola niebla que cubrió su llegada. Y luego hubo la extrema furia que los irlandeses habían sentido por su trato a Oriana.

¿Fue acaso necesario lo que pasó, para que Bapak desatara algo arquetípico dentro de ellos en ese momento? Nunca lo sabremos. Pero lo que fue más aparente, fue su indiferencia hacia Oriana, Lawrence y Lexie. Él mostró que el mismo no tenía poderes especiales para ayudarlos. Dependía del Todopoderoso.

No obstante, sí recuerdo decir a Bapak durante su charla esa tarde, que a pesar de lo que había pasado, él nos amaba, y regresaría algún día si fuera invitado. Pero de hecho las circunstancias lo impidieron, y esta iba a ser su última visita a Irlanda.

El último día muchos miembros fueron al aeropuerto a despedir a Bapak y a su comitiva, y recuerdo como la densa niebla al fin aclaró, para ser sustituida por una brillante luz solar.

El Nacimiento de Subud Irlanda

No mucho tiempo después, ‘nació’ Subud Irlanda; porque hasta entonces había sido solo la Región 7 de Subud Gran Bretaña. Pero ahora tenía su propia identidad, convirtiéndose en una organización nacional por derecho propio. Y aunque el nacimiento de su nacionalidad haya sido doloroso, no pienso que muchos de los hombres que tanto se molestaron con Bapak en ese momento hayan abandonado Subud como resultado de esa visita

Sin embargo, fue durante esa visita que mi Lawrence, junto con el esposo de Oriana, comenzaron a tener serias dudas sobre Subud y eso los llevó finalmente a decidir abandonar Subud. Durante muchos años antes de eso, sin embargo, Lawrence había continuado haciendo latihan por mí y siempre tuve la esperanza de que finalmente recibiera su propia prueba. Pero nunca la recibió, y de hecho se convirtió en ateo.

No obstante, Bapak nos dijo que aun cuando la gente abandone a Subud, el latihan siempre estará con ellos, aun después de muertos. Al final de su vida la mente de Lawrence aun negaba a Subud, y cuando lo abandonó, dijo que sintió una profunda sensación de alivio. Pero el 16 de junio del 2006 murió dormido, luego de un masivo ataque al corazón, parecía totalmente entregado, totalmente en paz consigo mismo.

Una Secuela

Una pequeña pero significativa secuela de la visita de Bapak a Dublín se originó más tarde, en 1986, cuando Esme Lillis me envió un relato de una visita que ella y su esposo Brian hicieron a Bapak en su última visita a Inglaterra. Por ese entonces él estaba muy frágil. Les preguntó como andaban las cosas en Irlanda y se interesó en todo lo que le contaron.

Ellos llegaron demasiado tarde para asistir a sus charlas y tests, así que en su lugar se les permitió una visita privada a él en su hogar inglés, Villa Rahayu. Estuvieron acompañados por Luqman McKingley, Adrienne Bridges, y mi esposo Lawrence, que condujo el auto.

Posteriormente Esme me dijo cuan preocupada estuvo en ese entonces, porque Brian tenía hoyos en sus medias, y estaba preocupada pues cuando él se quitara sus zapatos, ¡sus pies podrían oler! Pero no lo mencionó en lo que después escribió. Aquí va un poco de ese relato.

“¡Cuan frágil estaba Bapak! E inestable sobre sus pies. Bapak no parecía preocupado por estar decayendo físicamente. Su espíritu y mente estaban muy bien. Lo que pudimos ver de su cuerpo físico no debe ser de importancia. El espíritu y la Vida dentro de él es lo que quería transmitir con claridad.

“…Sentí que entendía todo lo que estaba pasando en el mundo…Solicitamos su bendición y a nombre de todos para nuestra Subud Irlanda. Le dijimos que treinta y cinco en Irlanda le habían enviado sus mejores deseos y su amor. Le agradecimos por el privilegio y que era un regalo que podíamos llevar de regreso a Irlanda.

“…Muti lo ayudó delicadamente a pararse del sofá. Ella sintió que él había estado suficiente tiempo con nosotros…Bapak nos había tratado como niños visitando a  su abuelo, un maravilloso domingo, para ser siempre recordado.”

El relato de Oriana Conner de estos sucesos será publicado en la próxima edición de Subud Voice.

Para leer sobre la diáspora Irlandesa en Australia lea “Que la Maldición de Irlanda Vuele sobre tu Cabeza” en el Blog del Editor.